viernes, 3 de junio de 2011

Batalla de cannae(cannas)

Fue la batalla más importante que enfrentó a Roma y a Cartago en el transcurso de la Segunda Guerra Púnica en el año 216a.C. y en la cual  se enfrentaron el general Aníbal al mando del ejército cartaginés y Lucio Emilio Paulo y Cayo Terencio Varrón.
Esta batalla fue y sigue siendo un modelo militar en la actualidad porque la táctica usada por Aníbal contra los romanos fue la primera vez en ser usada.
Roma reunió un ejército de 80000 infantes y 6000 jinetes, compuesto a partes iguales por ciudadanos romanos y aliados itálicos. A su frente colocados Paulo Emilio y Terencio Varron, que se repartían el mando en días alternos.
Este ejército descomunal, en el que estaba la flor y nata de la aristocracia romana se dirigió al encuentro de Aníbal en la llanura de Cannas. Los contendientes tomaron posiciones  mientras median sus fuerzas en algunas escaramuzas. Entre los dos cónsules romanos habían surgido diferencias, Paulo Emilio, con mayor experiencia era partidario de evitar una batalla en campo abierto, en la que la caballería cartaginesa tendría una gran ventaja. Pero Varron sabiendo que su infantería duplicaba a la cartaginesa, prefería un ataque frontal y masivo, y al corresponderle el mando el dos de agosto decidió desencadenar la batalla.
Los cartagineses contaban con un ejercito de 40000 infantes y 10000 jinetes.
Varron dispuso a sus tropas a la manera clásica romana, una línea de velites(los guerreros más inexpertos y jóvenes en el combate) en la primera línea, seguidos de hastati, princeps y triari(los guerreros más veteranos).La infantería estaba flanqueada por la caballería romana a la derecha y la de los aliados itálicos a la izquierda. Frente al despliegue romano, Aníbal dispuso una línea convexa formada por la parte más débil de su ejército, la infantería ligera ibera y celta. Aníbal sabia que no podrían oponerse a las legiones romanas, pero su idea era muy diferente.El general cartaginés reforzó los extremos de esta línea con la infantería pesada africana, que impediría cualquier intento romano  de envolver la línea cartaginesa. A su izquierda 6000 jinetes celtas e iberos, mandados por Asdrúbal, se enfrentarían a la reducida fuerza de Paulo. Mientras, los 4000 numidas del jefe de la caballería cartaginesa, Maharbal(jefe de la caballería), se medirían con las fuerzas de Varron.






La infantería cartaginesa resistió el ataque de las legiones, retrocediendo lentamente hasta convertir el inicial despliegue convexo en una concavidad en la que se iban acumulando cada vez más legionarios, un embudo mortal que volvía inútil su fuerza. En las alas, la caballería de Asdrúbal derroto con rapidez a la de Paulo, dispersándola, mientras los jinetes de Maharbal acosaban a los de Varron. Los hombres de Asdrúbal atacaron por la retaguardia a la caballería romana, derrotándola. Entonces unidos a los jinetes que comandaba Marhabal, ocuparon la retaguardia de las legiones que, en su ciego impulso hacia delante, habían pasado de largo de la infantería pesada cartaginesa que ahora les atacaba por los flancos. El resultado es que ahora las legiones romanas tenían a la infantería cartaginesa atenazándoles, a la caballería cartaginesa atacándoles por la retaguardia y a la infantería pesada punica atacándoles por los flancos.Completamente rodeadas, el ejercito romano fue exterminado a lo largo de toda la jornada.
 Aunque la cifra exacta de bajas probablemente nunca llegue a conocerse, se calcual que murieron entre 50.000 y 70.000 romanos y entre 3.000 y 4.500 fueron hechos prisioneros.Entre los muertos se encontraba el propio Lucio Emilio Paulo, así como los dos cónsules del año precedente, dos cuestores, veintinueve de los cuarenta y ocho tribunos militares y unos ochenta senadores (en una época en la que el Senado romano estaba compuesto tan sólo por unos 300 hombres, por lo que la cifra constituye entre un 25 y un 30% del total). Otros 8.000 hombres de los dos campamentos romanos y de los poblados vecinos se rindieron al día siguiente (después de que la resistencia se cobrara todavía más víctimas, aproximadamente 2.000).
Finalmente, puede que más de 75.000 romanos de una fuerza original de 87.000 resultasen muertos o capturados, totalizando más del 85% del ejército total. De los que participaron en la batalla, puede que el 95% de los romanos y aliados muriesen o fueran capturados.
Por su parte, los cartagineses sufrieron 16.700 bajas, la mayoría de ellas de celtíberos e íberos. De éstas, 6.000 fueron mortales: 4.000 celtíberos, 1.500 íberos y africanos y el resto de caballería.

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